Las adicciones son un problema que sufren muchas personas y no solo abarcan sustancias como alcohol y drogas, también existe la adicción a la comida. Te contamos por qué ocurre.

Mónica Díaz Méndez, especialista en adicciones de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) explicó la relación entre el cerebro y la comida, así como la importancia de cuidar y mantener en buen estado este órgano fundamental, consumidor de glucosa que obtenemos de los alimentos.

La especialista indicó que el cerebro nos recompensa cada vez que ingerimos alimentos, ya que desarrolla un mecanismo conocido como sistema de motivación y recompensa, que nos premia al consumirlos, principalmente si son dulces, salados y grasosos, ya que generan una mayor sensación de placer, el riesgo es que se pueden convertir en una adicción.

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¿Cuándo se convierte en adicción?

Comer en exceso se convierte en un problema de salud, principalmente si ingerimos comida chatarra y llevamos una vida sedentaria, sin embargo, señala la especialista, en este punto aun no es un problema de adicción.

La mayoría de la población ingiere más calorías de lo que necesita, además de que no las gasta en las actividades cotidianas, incrementando su peso corporal, que en muchos casos llegas hasta el sobrepeso y la obesidad.

Se convierte en adicción cuando la persona no pueda dejar de consumir el alimento y se genera una dependencia hacia él.

Para desarrollar una adicción a los alimentos, estos tendrían que ser extremadamente salados, grasosos o dulces. Mientras mayor sea la cantidad, más intensa será la activación del sistema de recompensa y mayor el riesgo de adicción.

Para que una persona sea considerada adicta a los alimentos se deben cumplir con ciertos criterios como son:

La tolerancia: Es el aumento gradual en la dosis, en este caso de alimentos, para alcanzar la misma sensación de placer que la vez anterior.
Síndrome de abstinencia: Genera ansia intensa por consumir, al grado de que la persona podría descuidar sus responsabilidades familiares, laborales o académicas con tal de satisfacer su necesidad.

El Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, quinta edición (DSM-5), citado por la UNAM, describe el trastorno por uso de sustancias, incluyendo conductas adictivas como la relacionada con alimentos, pero no como abuso de una sustancia específica, sino como una conducta adictiva.

Para evitar caer en la adicción a la comida es necesario hacer una profunda reflexión sobre nuestra alimentación, comer de manera balanceada y sana evitando la comida chatarra, hacer ejercicio y en caso de ya padecerla acudir ante un especialista.

¿Cómo funciona el sistema de recompensa?

Como ya mencionamos, el cerebro nos recompensa cada vez que ingerimos alimentos, lo mismo pasa con otras actividades como: beber agua, dormir o tener sexo, lo que nos lleva a repetir cotidianamente la conducta.

La catedrática de la UNAM indicó que "la dopamina es es el neurotransmisor que se libera durante estas actividades, asegurando que las repitamos”. Además, la investigación reciente ha identificado receptores específicos en el cuerpo que responden a componentes como azúcares, sales y grasas, los cuales activan el sistema de recompensa.

El diagnóstico de una persona adicta a la comida solo lo puede hacer un psiquiatra, quien evaluará el tipo de tratamiento requerido, mientras que un psicólogo también tiene un papel clave en el tratamiento en el ámbito conductual. Además, es indispensable hacer conciencia sobre los hábitos alimenticios que tenemos y si es necesario cambiarlos.

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Con información de N+ y UNAM

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