La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) alista los últimos detalles de la Misión COLMENA, la primera enviada a la Luna por la Máxima Casa de Estudios.

La UNAM informó que la Misión COLMENA despegará el próximo lunes 8 de enero, entre las 2:00 y 3:00 de la madrugada, desde Cabo Cañaveral, Florida, a bordo de la nave Peregrin de la empresa Astrobotic; además, ya se encuentra instalada en el cohete Vulcan Centauro.

Así se conforma COLMENA

Gustavo Medina Tanco, investigador del Instituto de Ciencias Nucleares (ICN) de la UNAM y responsable de la Misión COLMENA y del Laboratorio de Instrumentación Espacial (LINX), detalló que se prevé que la nave se separe del cohete aproximadamente hora y media después del lanzamiento, y desde ese instante, el viaje a la Luna durará de entre cuatro a seis semanas.

Es importante que la sociedad esté atenta a la misión no solo porque es un hito tecnológico en sí mismo: ir a la Luna es una de las actividades más complejas que puede realizar la civilización humana hoy en día; y es la primera misión mexicana, la primera que se hace desde Iberoamérica.

El investigador precisó que detrás de la Misión COLMENA existe un equipo de aproximadamente 250 jóvenes universitarios de la UNAM y también del Instituto Politécnico Nacional (IPN), originarios de distintas entidades del país, por lo que reconoció que en un futuro, podrían ser considerados como un ejemplo.

COLMENA está conformada por cinco micro robots que pesan menos de 60 gramos y que tienen un diámetro de aproximadamente 12 centímetros. También cuenta con un módulo de despliegue y telecomunicaciones, conocido como TTDM.

¿Cuáles son los objetivos de COLMENA?

De acuerdo con la propia UNAM, COLMENA tiene dos objetivos: el primero es estudiar, desde la ingeniería, los problemas que enfrentan los microrobots en un ambiente espacial hostil.

Asimismo, se busca que los microrobots ayuden a validar estrategias para mitigar los efectos de vibración y choques del cohete, variaciones abruptas de temperatura, alta radiación, interferencia electromagnética y del regolito lunar, todos ellos problemas que se amplifican con la miniaturización extrema de COLMENA.

El segundo objetivo es analizar cómo es la capa cercana a la superficie de la Luna, así como sus características y parámetros que definen sus propiedades físicas, con la finalidad de conocer cómo afecta a las telecomunicaciones.

COLMENA es un maravilloso proyecto y es la primera parte de algo mayor. Queremos desarrollar las capacidades de realizar operaciones sobre la superficie de la Luna o de un asteroide con micro robots que puedan trabajar en grandes enjambres, colaborativamente.

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UNAM prevé más misiones lunares

Medina Tanco destacó que la tecnología de la Misión COLMENA es única en el mundo, y la idea es que México cuente con ella y así cooperar con las empresas mineras que en el futuro viajen a trabajar a la Luna, así como la cooperación con agencias espaciales que estudien la superficie lunar.

El académico también destacó que la misión se realizará en un momento "muy crítico", ya que el sector espacial "atraviesa por una gran revolución, una transformación denominada Nuevo Espacio o Espacio 4.0", impulsada principalmente por la "miniaturización" de la tecnología y la disminución de costos que esto implica.

El investigador también resaltó que se prevé que, desde el punto de vista socioeconómico, el espacio tendrá un lugar más relevante en la civilización humana, situación por la que la UNAM, a través del LINX, trabaja en este tipo de tecnología, con la finalidad de que México sea un "actor efectivo".

Medina Tanco añadió que se prevé que para el 2030, la UNAM realice dos misiones más a la superficie lunar y, en algún momento, también a un asteroide, con la finalidad de desarrollar tecnología que permita desarrollar minería de metales preciosos o tierras raras que se volverán escasos en la Tierra durante las próximas décadas.

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Con información de N+

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