Jane Goodall: La Científica Que Cambió la Historia de los Chimpancés y del Activismo Ambiental
Fernando Muñoz
A los 23 años, Jane Goodall viajó sola a África para estudiar animales salvajes, cambiando el rumbo de la ciencia

Jane Goodall observando chimpancés en su hábitat. Foto: N+FORO
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Valerie Jane Morris Goodall, conocida mundialmente como Jane Goodall, nació el 3 de abril de 1934 en Londres, Inglaterra. Desde muy pequeña, sus padres Mortimer Herbert Morris Goodall y Margaret Myfanwe Joseph fomentaron en ella un profundo amor por los animales y la naturaleza. Esa semilla daría frutos impensables décadas después, cuando sus descubrimientos cambiarían la forma en que la ciencia entendía a los chimpancés.
Su infancia entre gallinas, lombrices y muchos sueños
Goodall creció en una granja modesta al sur de Inglaterra, donde comenzó a hacer lo que su madre definía como "las primeras investigaciones animales de Jane". Observaba el comportamiento de lombrices, gallinas y otros animales del entorno. A la par, devoraba libros sobre fauna salvaje. Su sueño era claro desde entonces: quería vivir en África y escribir sobre los animales que tanto amaba.
A los 23 años, tras ahorrar durante años, Jane compró un boleto con destino a Kenia, en el continente africano. Su vida estaba por cambiar para siempre.
Louis Leakey, Gombe y el inicio de una revolución científica
En Kenia conoció al reconocido antropólogo Louis Leakey, quien rápidamente notó su talento y determinación. Fue él quien la envió a la reserva natural de Gombe Stream, en Tanzania, para observar de cerca a una de las especies más cercanas al ser humano: los chimpancés.
El 14 de julio de 1960, Jane llegó a Tanzania. Llevaba poco más que unos binoculares, un cuaderno de notas y la compañía de su madre. Durante los primeros meses, los chimpancés huían cada vez que la veían, por lo que tuvo que observarlos a distancia. Sin embargo, con paciencia y respeto, logró integrarse poco a poco en la comunidad.
Esos primeros meses fueron muy frustrantes, porque los chimpancés desaparecían en el bosque cada vez que me veían. Por eso, las primeras observaciones las hacía a distancia con mis prismáticos. Pero, como todos saben, después de cuatro meses, los chimpancés empezaron a aceptarme y me dejaban observar y registrar su comportamiento. Llegué a conocerlos cada vez mejor. Se convirtieron casi en miembros de la familia.
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Descubrimientos que rompieron paradigmas
Jane Goodall no solo observó a los chimpancés, los entendió. Sus hallazgos derribaron mitos y cambiaron la visión científica de estos animales. Entre sus descubrimientos más relevantes destacan:
- Uso de herramientas: demostró que los chimpancés pueden fabricar y usar herramientas, algo que hasta entonces se consideraba exclusivo del ser humano.
- Dieta omnívora: comprobó que los chimpancés no eran vegetarianos, como se creía, sino omnívoros.
- Relaciones sociales profundas: observó vínculos duraderos y afectivos entre individuos, similares a los lazos familiares humanos.
Su primer artículo científico fue publicado en 1963, y para 1965 apareció en la portada de National Geographic. En 1966, logró obtener un doctorado en Etología por la Universidad de Cambridge, sin haber cursado estudios universitarios previos, algo prácticamente inédito.
De científica a activista global: la defensa de los simios y su hábitat
En 1977, Jane fundó el Instituto Jane Goodall, con el objetivo de proteger a los chimpancés y su entorno. Pero no se detuvo ahí. En 1991, creó el programa mundial Roots & Shoots (Raíces y Brotes), para empoderar a niños y jóvenes como defensores del planeta.
A lo largo de su carrera, Goodall ha escrito más de 30 libros, decenas de artículos científicos y ha participado en más de 20 documentales y programas de televisión.
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Reconocimientos globales: más de 100 premios y un mensaje de esperanza
En 2002, fue nombrada Mensajera de la Paz por la ONU, destacando su compromiso con el medio ambiente. También recibió el Premio Príncipe de Asturias de Investigación en 2003, la Legión de Honor de Francia y el título de Dama del Imperio Británico. Además, más de 45 universidades en todo el mundo le otorgaron el doctorado honoris causa.
Pero más allá de los premios, Jane Goodall ha dejado un mensaje claro al mundo: cada persona tiene el poder de generar un cambio.
Desde hace muchos años digo que la razón principal para mantener la esperanza es la juventud. Y sí, hay cientos de jóvenes marchando por las calles hoy en día… Así que son mi mayor motivo de esperanza. Cuando la gente joven entiende un problema, se empoderan y actúan y debemos escuchar su voz. Realmente están cambiando el mundo y haciéndolo mejor para la gente, los animales y el entorno, porque todo está interconectado.
La huella eterna de Jane Goodall
Jane Goodall falleció el 1 de octubre de 2025, a los 91 años. Hasta sus últimos días, dedicó su vida a la ciencia, la conservación y la inspiración de millones de personas en todo el mundo. Su legado es mucho más que científico: es emocional, ético y profundamente humano. Gracias a su mirada paciente y compasiva, hoy sabemos más sobre nuestros “parientes cercanos” en la evolución y, sobre todo, sobre la importancia de cuidar el planeta que compartimos con ellos.
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