Cinco Meses Buscando a Lily, la Pequeña Pomeranian Robada
Andrea Vega | N+
Desde julio, el tiempo se detuvo para Claudia. Su perrita Lily está retenida por extorsionadores y desde entonces la joven recorre calles, conciertos, templos y plazas con una lona con su imagen.

Claudia, "mamá" de Lily, y su hermanito Güero tienen la esperanza de que ella vuelva. Foto: N+
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A través de su teléfono, Claudia vio la imagen que le devolvió la esperanza pero también la desesperación. Un video de breves segundos de su perrita Lily. Eran alrededor de las 6 de la tarde del 24 de diciembre y mientras las familias mexicanas se preparaban para la cena de Nochebuena, ella y su novio empezaron una negociación más con los captores de la pequeña pomeranian.
El recorrido infinito por recuperar a Lily comenzó el 19 de julio de 2025. Cerca de las 9 de la noche de ese día,. Claudia y su novio salieron de casa por un café frappé. No pensaban tardarse más de treinta minutos. En un gesto cotidiano, Claudia decidió quién la acompañaría: "Me llevé a Güero porque Lily un día antes había salido conmigo. Entonces le dije: 'No, ahora le toca a tu hermano. Tú te quedas' ".
El padre de Claudia abrió el portón segundos después para salir en su automóvil. Cuando la joven regresó, el silencio en la casa fue la primera señal de alarma. Lily no salió a recibirla. La buscaron debajo de los muebles, en cada cuarto, pensando que se había quedado encerrada. "No la encontramos. Ahí fue donde dijimos: ¡se salió!'".
Desde ese instante, la vida de Claudia se detuvo. Mientras su novio, a quien consideran el padre de Lily recorría las calles en el auto para buscar al lomito, la joven se volcó a lo digital. "Él la estuvo buscando toda la madrugada con el auto gritando entre las calles... yo empecé a moverme en redes, meterme a grupos, publicarla".
Ámpulas en los pies y extorsión en el teléfono
Claudia y su familia caminaron todos esos primeros días hasta el agotamiento. "Recorríamos alrededor de 10 km hasta que nos salieron ampollas". Con la difusión que hicieron en redes, llegaron las llamadas de extorsión, provenientes hasta de los penales.
Incluso le llegaron videos creados con inteligencia artificial, con la imagen de Lily amarrada de las patitas, para presionarla y que entregará altas cantidades de dinero.
Fue después de un mes que apareció alguien que sí la tenía. Una mujer al otro lado de la línea le dijo que la había encontrado en la calle. La describió: sin cola y con un lunar en el lomo. Claudia supo que era Lily, En una videollamada, la joven pudo ver a su perrita.

Pero la mujer no era una buena persona dispuesta a devolver al lomito. Primero le pidió a Claudia el pago de la recompensa ofrecida en redes, más una cantidad de gastos médicos, porque supuestamente había encontrado a Lily atropellada.
Claudia aceptó pagar. La citaron cerca de la Glorieta del Coyote, en Nezahualcóyotl, Estado de México, para hacer el intercambio de Lily por el dinero. Pero en lugar de llegar con el lomito, los extorsionadores empezaron a elevar la cantidad del rescate.
En medio de la “negociación”, mientras Claudia les exigía la devolución de su pequeña y pedía dinero prestado a familiares y amigos para pagar lo que le exigían, un hombre tomó el teléfono y la amenazó: "Ya sé quién eres... te va a cargar a ti y a tu perra". Entonces, Claudia escuchó lo que más temía: un golpe y el llanto de Lily.
"Lily es muy juguetona... yo he visto que se da unos golpazos y no llora. Y escucharla llorar es porque sí le dolió. Entonces ahí me rompí y dije: 'Ya no le hagas nada, es innecesario que le hagas daño'".
A pesar de entregar el dinero, mediante retiro de efectivo sin tarjeta, y esperar bajo la lluvia, los captores nunca llegaron. La bloquearon y desaparecieron con la perrita y el dinero. "Eliminaron los mensajes de WhatsApp, eliminaron las fotos, todo”.
A nivel nacional no existe registro del número de denuncias por robo de perros. Tampoco los hay en el Estado de México. La que sí tiene esa información es la Ciudad de México, donde en 2024, según cifras de la Fiscalía capitalina, se interpusieron 72 denuncias por esta causa, mientras que hasta noviembre de 2025 ya iban 92.
De acuerdo a datos de la plataforma de seguros Hellosafe, los perros son robados para venderlos o cruzarlos y hacer negocio con las crías, pero también son secuestrados para pedir rescate o los sustraen para usarlos en peleas ilegales.
Los perros más robados para retenerlos y pedir altas cantidades para devolverlos son justamente los pomeranian, los chihuahuas y en bulldog francés. Los más robados para reventa son el labrador, el husky y el bullsog inglés. Mientras que los más robados para peleas son el rottweiler, el pitbull y el bulldog terrier inglés.
La familia de Lily ya denunció, ante la Fiscalía del Estado de México, en las delegaciones de Tlalnepantla y Nezahualcóyotl, lo que pasó con su perrita. La denuncia entró por extorsión. Pero las autoridades, dice Claudia, no han hecho nada por encontrar a la pomeranian.
N+ contactó a la Fiscalía del Estado de México para saber cuánto se ha incrementado está modalidad de secuestro y robo de perros y cómo proceden ante las denuncias por estos casos, pero hasta el cierre de edición no hubo respuesta.
Una lona que recorre el país
A pesar del miedo por estar frente a lo que cree son extorsionadores profesionales y gente peligrosa, Claudia decidió que la imagen de Lily tenía que estar en todos lados. Si la difusión llegó hasta las cárceles, desde donde la habían también extorsionando, llegaría a todo México.
Su desesperación ha caminado entre la fe y el asfalto, cargando una lona que ya es un símbolo de resistencia. Se le ha visto bajo el sol de la Basílica de Guadalupe, caminando junto a los peregrinos el 12 de diciembre, para pedir el milagro de que su perrita regrese y suplicarles a sus compañeros de caminata que también oren por ella cuando lleguen ante la virgen.
Se le ha visto también bajo las luces neón afuera del concierto de Bad Bunny, aprovechando la multitud, con la lona de Lilly a la espalda, para que nadie ignore el rostro de su perrita. “Somos fans de Bad Bunny mi novio y yo, pero no quisimos asistir al concierto porque ni lo íbamos a disfrutar. Preferimos aprovechar para difundir la imagen de Lily y su caso”.

Desde afuera del recinto, Claudia escuchó las notas de la canción Debí tirar más fotos. “Cuando la escuché se me removió que debí quedarme con más fotos de Lily, de cuando corría hacia mí, pero prefería disfrutar esos momentos en lugar de ocuparme de tomar una imagen”.
Este diciembre planea llevar la lona de Lily al Zócalo y los alrededores, donde haya gente ahí estará ella, esperando que alguien reconozca a la perrita y le dé una pista o que la gente se interese y le ayude a la difusión.
En toda Ciudad Neza, la gente ya la reconoce. "Me acerco a preguntar negocio por negocio en las calles, en los mercados.. la gente me dice, 'Ah, tú eres la que ha puesto lonas y carteles por todo Neza, la de Lily”.
Para Claudia, la pérdida de Lily no es la pérdida de un animal. Es la ausencia de un ser fundamental en su vida. "Lily es la familia que yo decidí tener por el momento. No la veo nada más como un perro, la veo como mi hija... me duele mucho esto".
Incluso su otro perro, Güerito, hermano de Lily vive el trauma. Claudia confiesa que ha desarrollado una paranoia protectora: "Salimos de casa y... me tengo que regresar como a cerciorarme de si está ahí, si está cerrado. Jalamos hasta la puerta... todo".
La nueva extorsión
El 24 de diciembre, los captores de Lily le pidieron a Claudia 20 mil pesos para devolverle a la perrita. Aseguraron no ser los mismos de la vez anterior. Le dijeron que a ellos se las habían vendido y solo querían recuperar la inversión.
Se citaron en una plaza en Neza. Claudia se movió como pudo para conseguir el dinero. Se tardó un poco, lo que molestó a la mujer que estaba llevando la negociación. “Yo ya me fui del punto porque te tardaste mucho y además hay patrullas y policías rondando la zona, seguro estás haciendo cosas raras”, recuerda Claudia que le dijo la captora.
La joven le pidió entonces que se vieran en otro punto. La mujer aceptó. Pero después empezó a poner excusas como que también había muchos policías en la zona y que ya no iba a devolverle a la perrita y dejó de contestar los mensajes.
Claudia ya acudió a las autoridades a denunciar la nueva extorsión. Espera que ahora sí hagan algo. Mientras era seguirá buscando a Lily. Donde haya gente, ahí estará ella, con su lona y la esperanza de que un par de ojos honestos reconozcan las características que hacen única al lomito: un lunar bajo el cuello y la falta de colita.
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