27 de Septiembre de 1821: La Consumación de la Independencia y el "Olvido" de Iturbide

|

Ivan Cabrera | N+

-

Agustín de Iturbide fue llamado a ser el más distinguido de los héroes que le dieron independencia al país, según crónicas de la época, pero a 204 años del evento, su nombre es "ignorado"

27 de Septiembre de 1821: La Consumación de la Independencia y el "Olvido" de Iturbide

El 27 de septiembre se considera la Consumación de la Independencia de México. Foto: Cuartoscuro | Archivo

COMPARTE:

El 17 de septiembre de 1821, en un documento firmado en la villa de Tacubaya, el entonces capitán y jefe superior de la Nueva España, Juan O'Donojú, informó a los mexicanos con júbilo lo siguiente:

Mexicanos de todas las provincias de este vasto Imperio, á uno de vuestros compatriotas, digno hijo de Patria tan hermosa, debéis la justa libertad civil que disfrutáis ya, y será el patrimonio de vuestra posteridad; empero, un Europeo ambicioso de esta clase de glorias quiere tener en ellas la parte á que se puede aspirar, esta es la de ser el primero por quien sepáis que terminó la guerra

El texto se publicó en la Gaceta del Gobierno de México, el 22 de septiembre de 1821, cinco días antes de la entrada de Agustín de Iturbide, a quien se refiere como "digno hijo de Patria tan hermosa", al frente del Ejército Trigarante a la Ciudad de México.

(...) el ejército que defendía á esta (capital) obedece mis órdenes, cesaron felizmente las hostilidades sin efusión de sangre; huyeron lejos de nosotros las desgracias que de muy cerca nos amenazaban, el pueblo disfruta las dulzuras de la paz, las familias se reúnen y vuelven á estrechar los vínculos que rompió la divergencia de opiniones...

Juan O'Donojú informa que la guerra por la Independencia había terminado. Foto: HNDM

El mismo día, el diario publicó la proclama del primer jefe del Ejército Imperial de las Tres Garantías, Agustín de Iturbide, a sus militares con fecha del 19 de septiembre. A ellos recordó las vicisitudes que tuvieron que pasar para disfrutar en ese momento de la victoria independentista.

Resuene por todo el orbe la deliciosa noticia de que el mejor de los ejércitos consiguió en siete meses erigir el Imperio sin derramar la sangre de sus hermanos (...) Entonces cuando allá en los más remotos siglos nuestros descendientes refieran suceso tan maravilloso, dirán entusiasmados: feliz el tiempo en que existieron soldados que reunieron virtudes tan sobresalientes, con ellas y su valor sancionaron nuestra felicidad

Adornos en las puertas

Aunque desde cinco días antes las condiciones políticas y militares estaban dadas para celebrar la entrada triunfal a la Ciudad de México, Iturbide prefirió retrasar el momento y dispuso de medidas para que los habitantes de la capital recibieran a los héroes el 27 de septiembre de 1821, por cierto, día de su cumpleaños.

Y así lo informó Don Ramón Gutiérrez del Mazo, jefe político interino por el Imperio Mexicano, a través de un bando que se emitió el 26 de septiembre, pero fue publicado en la Gaceta del Gobierno de México un día después.

En él, Gutiérrez del Mazo informó que a petición de Iturbide y con el fin de establecer "la Junta Gubernativa del Reino y para que se preste por las autoridades el juramento debido á la presentación Nacional", se haría lo siguiente:

  • Adornar puertas y balcones de las casas, las cuales debían estar iluminadas del "modo más cómodo, decente y vistoso que sea posible" durante los días 27, 28 y 29 de septiembre.
  • La ciudadanía debía conservar el orden y la tranquilidad pública "para gozar con placer, paz y serenidad las glorias de un día tan fausto".

El camino victorioso a la Ciudad de México

Una crónica publicada el 2 de octubre de 1821 en la Gaceta Imperial de México, señalaba que entre las nueve y las 10 de la mañana del jueves 27 de septiembre de ese año la vanguardia del Ejército Trigarante comenzó a avanzar de Tacubaya para enfilarse a la plaza mayor por la Garita de Belén, que estaba en lo que hoy es el cruce de Chapultepec y Bucareli, rumbo al Palacio Imperial, en la actual calle de Madero.

El pueblo Mexicano, por carácter amable y agradecido, desde muy temprano ocupó las calles deseoso de admirarlos: los balcones de las casas estaban adornados de cortinas y gallardetes, pues todos procuraron esmerarse en asearlos; entre nueve y diez comenzó á marchar la vanguardia, á cuya cabeza venía (Iturbide) sin divisa alguna á caballo, enjaezado éste de un modo muy sencillo

En la calle de San Francisco (hoy Madero), detalla la crónica, fue colocado un arco triunfal por el Ayuntamiento "entre la prisa y la urgencia" a partir de la colecta realizada para una celebración que a todas luces no estaba en condiciones de gastar luego de una lucha de 11 años.

Iturbide, un héroe de la Independencia en el olvido. Foto: HNDM
Iturbide, un héroe de la Independencia en el olvido. Foto: HNDM

Ahí le fueron entregadas las llaves de la Ciudad de México, pero Iturbide las regresó al alcalde capitalino, José Ignacio Ormaechea, diciendo:

Estas llaves, que lo son de las puertas que únicamente deben estar cerradas para la irreligión, la desunión y el despotismo, como abiertas á todo lo que puede hacer felicidad común, las devuelvo á V. E. fiado de su celo, procurara el bien del público á quien representa

De acuerdo con la referencia hemerográfica que traemos a colación, durante el paso de Iturbide, desde que salió de Tacubaya, pasó por la Garita de Belén y llegó al Palacio, fue celebrado:

  • ¡Viva el padre de la patria!
  • ¡Viva el libertador de la Nueva España!
  • ¡Viva el consuelo de nuestras aflicciones!
  • ¡Viva el genio tutelar que nos atrajo el mayor de los bienes!

Cabe destacar que el documento hemerográfico no se cansaba de ensalzar a Agustín de Iturbide, a quien todas las clases del Estado y "todas según sus alcances lo bendicen y aplauden".

Incluso, aseguraba el texto del momento histórico que su legado quedaría "eterno en la memoria y gratitud de la generación presente, lo que lo transmitirá á las más remotas, por medio de la constante tradición de padres á hijos, y todas repetirán alegres: El gran Iturbide fué el libertador de los Mexicanos, el fundador de su Imperio, y el autor de la felicidad nacional".

"La patria independiente"

Tras esa ceremonia en la calle de San Francisco, se bajó de su corcel y entró al Palacio Imperial desde donde emitió un discurso  en el que gritó:

Mexicanos, ya estáis en el caso de saludar á la Patria independiente como os anuncié en Iguala: ya recorrí el inmenso espacio que hay desde la esclavitud á la libertad (...) ya sabéis el modo de ser libres, á vosotros toca señalar el de ser felices

Luego del gran mensaje, la fiesta siguió: las campanas tañeron casi todo el día, se celebró la ópera del Califa de Bagdad en el Teatro y la fiesta se mantuvo en las calles entre vivas y aplausos.

Un día después, el 28 de septiembre, a las 8:30 horas, se hicieron los nombramientos de la Junta Suprema del Gobierno, con la que el México independientes iniciaría su vida. Instalada dicha asamblea, hubo una ceremonia en la Catedral Metropolitana.

Después, en el Cabildo se eligió a Iturbide como presidente de la Junta y la noche de ese día, fue la primera sesión para nombrar otros cargos.

La entrada a la Ciudad de México fue un acto simbólico, ya que la declaración legal de la independencia fue a través de los Tratados de Córdoba, firmados por Iturbide y O'Donojú el 24 de agosto de 1821.

El papel de Iturbide fue definitorio en la historia de México, sin embargo, las loas que se le brindaron en los diarios de la época y que auguraban para él un lugar principal, simplemente no se cumplieron.

204 años de distancia, ese lugar en la historia ha sido eclipsado por los héroes que iniciaron el movimiento de Independencia y su nombre ha sido relegado a un segundo lugar sino es que al olvido.

Historia recomendadas:

Con información de N+

ICM