Gilberto Bátiz Asume la Presidencia del Tribunal Electoral Federal

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Gilberto Bátiz García tomó protesta como presidente del TEPJF, siendo el primer magistrado electo por voto popular, con ejes en colegialidad y cercanía

Bátiz García recordó su experiencia como funcionario público.

Bátiz García recordó su experiencia como funcionario público. Foto: TEPJF.

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El magistrado Gilberto Bátiz García tomó posesión como nuevo presidente del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) durante una sesión solemne, convirtiéndose en el primer magistrado presidente electo por voto popular. En su primera sesión pública al frente del pleno, estableció los ejes rectores de su gestión basados en la colegialidad funcional, la cercanía con la ciudadanía y la justicia con rostro humano.

El magistrado Felipe Alfredo Fuentes Barrera, en su calidad de decano de la Sala Superior, abrió la sesión solemne y destacó la coincidencia con el ideario de que la justicia debe ser cercana, humana y comprensible, constituyéndose como un derecho de todas y todos, no un privilegio.

Por su parte, el ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Hugo Aguilar Ortiz, señaló que un pilar fundamental de la democracia es la garantía de que las elecciones sean libres, que los votos se cuenten bien y que existan instituciones que garanticen que las diferencias o conflictos surgidos durante el proceso sean resueltas por un ente especializado, imparcial y ahora democrático.

Bátiz García planteó su convicción cimentada en la democracia directa, la equidad de género y el pluralismo al asumir el cargo. El magistrado originario de Chiapas dejó claros los ejes en que ejercerá su presidencia, priorizando el trabajo en equipo con sus colegas y el contacto directo con la gente, bajo la premisa de que lo que no se conoce no se valora, y lo que no se valora no se defiende.

El nuevo presidente del TEPJF expuso que la justicia no debe permanecer encerrada entre muros o expedientes, sino que debe recorrer el territorio, escuchar de viva voz, explicar sus decisiones y fortalecer la educación cívica, sobre todo entre los grupos históricamente discriminados y vulnerables. Esta declaración la realizó ante el pleno de la Sala Superior integrado por las magistradas Claudia Valle Aguilasocho, Mónica Aralí Soto Fregoso -quien participó de manera virtual-, así como los magistrados Felipe de la Mata Pizaña, Felipe Alfredo Fuentes Barrera y Reyes Rodríguez Mondragón.

Respecto a la colegialidad funcional, Bátiz García indicó que en un órgano como la Sala Superior, trabajar en equipo no es una cortesía sino un deber constitucional y moral ante el pueblo. El magistrado expresó que la pluralidad de visiones es riqueza, pero sólo si se procesa con respeto, diálogo y responsabilidad compartida, asegurando que un tribunal dividido no sirve a México y que él será un catalizador de soluciones, no un generador de conflictos.

El magistrado presidente reconoció que es indispensable la experiencia, pericia y apertura de sus colegas magistradas y magistrados, afirmando que sin su apoyo y aporte, esta nueva etapa de la justicia electoral sería inviable. Expresó su seguridad de que todas y todos comprenden el momento histórico que enfrentan y que, con compromiso y generosidad, aportarán su mayor conocimiento y experiencia al servicio de la democracia.

Bátiz García manifestó que en un país con retos internos y externos complejos, la justicia electoral debe ser pilar de paz social y certeza democrática. En ese sentido, planteó que las juezas y jueces constitucionales electorales tienen, además de una obligación jurídica, una responsabilidad republicana de conducirse con una visión de Estado que permita la transmisión del poder de manera legal, legítima y sin conflictos.

El magistrado refirió que la reforma judicial de 2024, junto con la reforma electoral en curso, exigen un reajuste del aparato administrativo de la justicia electoral. En consecuencia, se comprometió a ser sensible a las condiciones del país y revisar con responsabilidad cualquier ajuste presupuestal que fortalezca la racionalidad del gasto sin comprometer la independencia judicial.

El nuevo presidente destacó que impulsará la justicia con rostro humano, sensible a la diversidad del país y comprometida con un federalismo electoral vivo. Precisó que no es lo mismo aplicar la ley en San Pedro Garza García que en San Pedro Chenalhó, señalando que las reglas son las mismas pero las condiciones sociales son distintas, y la justicia debe entender esas diferencias de contexto.

Durante su discurso, Bátiz García recordó su experiencia como funcionario público electoral en Chiapas por más de una década, donde aprendió que la democracia es frágil y si no se cuida todos los días, se desmorona. Mencionó que México ha vivido momentos en que la voluntad popular ha sufrido presiones indebidas o violencia que amenaza el libre ejercicio del voto, además de que el abuso de poder y los excesos partidistas pueden erosionar la confianza ciudadana.

El magistrado sostuvo que cuando esa confianza se rompe, el desencanto abre la puerta a la indiferencia y a otros males mayores. Por ello, argumentó que la democracia no puede darse por sentada y debe defenderse con reglas claras, instituciones íntegras y resultados confiables que la ciudadanía sienta en su vida cotidiana.

A la sesión solemne asistieron ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el presidente del Tribunal de Disciplina Judicial Néstor Vargas Solano, la presidenta del Órgano de Administración Judicial Celia Maya García, consejeros del Instituto Nacional Electoral, magistradas y magistrados de las Salas Regionales del TEPJF, autoridades electorales estatales, legisladores y representantes de los partidos políticos.

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