Cómo es Trabajar Pidiendo “Cooperacha” en los Hospitales de Alta Especialidad de México

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Andrea Vega | N+

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Trabajadores de los hospitales de especialidad como el Juárez o el de Cancerología narran cómo trabajan con falta de insumos. En este último año sufrieron un recorte presupuestal de hasta 35%.

En 2025 los hospitales de alta especialidad que atienden a población sin seguridad social tuvieron una baja importante en su presupuesto.

La baja en su presupuesto puso este año a los hospitales de alta especialidad para población sin seguridad social en una situación complicada. Foto: N+

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En los pasillos de algunos de los hospitales más importantes del país, donde se atienden los casos más complejos y a pacientes que llegan desde los rincones más pobres de México, la solidaridad se ha vuelto un insumo más. 

No está en los almacenes ni aparece en los presupuestos, pero sostiene tratamientos, alivia dolores y, en ocasiones, marca la diferencia entre esperar o atender. Son las cooperachas del personal de salud: enfermeras, médicos y residentes que ponen dinero de su propio bolsillo para comprar medicamentos, material y hasta agua para los pacientes.

Durante un mes, este medio estuvo entrevistando al menos a 15 médicos, personal de enfermería y pacientes de hospitales de alta especialidad para conocer cómo han tenido que ajustarse a trabajar con falta de insumos y materiales en este año con poco presupuesto. 

Primero, en 2024, estos hospitales, que son organismos descentralizados de la Secretaría de Salud y están bajo la batuta de la Comisión Coordinadora de Institutos Nacionales de Salud y Hospitales de Alta Especialidad (CCINSHAE), tuvieron un buen incremento de presupuesto.

El Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias es otro de los hospitales donde el personal reporta falta de Insumos. Foto: N+

2024 fue el año que tuvo el mayor gasto ejercido en salud de estos últimos años, incluso más que durante la pandemia de covid, explica Judith Senyacen Méndez, directora adjunta de investigación del Centro de Investigación Económica y Presupuestaría (CIEP). Después, agrega, viene la caída en 2025 y ahora para 2026 se aprueba un aumento en hospitales e institutos que sería equivalente al 7.9%, 

Sin embargo, “cuando ya lo comparamos con lo que se ejerció para 2024, es un recorte general de 26.5%, que incluso no alcanza para llegar a los niveles de años anteriores a este, así que la situación va a seguir siendo compleja en estas instituciones”, dice Méndez. 

A la disminución de presupuesto, hay que sumarle que antes estos hospitales tenían ingresos propios por cobro de cuotas, que podían rondar hasta los 300 millones de pesos, ahora esos recursos ya no entran porque todos los servicios son gratuitos.

N+ solicitó entrevistas con la CINSHAE, a través de la Secretaría de Salud, para conocer el por qué de la disminución de los presupuestos de estos hospitales y las carencias que se están enfrentando, pero hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta. 

Así que este 2025 ha sido un año difícil. Un año sin insumos básicos. Un año de cooperachas para ayudar a los pacientes, cuando se puede, porque el sueldo y los gastos propios no alcanzan para darles a todos lo que necesitan.

Hay que elegir a quien ayudar, dependiendo del padecimiento, la falta de recursos, la presencia o no de familiares. Ana, enfermera del Hospital GEA González, recuerda que hace unas semanas ella y una residente se cooperaron para comprarle un analgésico a una paciente. 

“Ya no necesitaba el intravenoso pero seguía con dolor y no había analgésicos orales. Ella es de escasos recursos. Aquí para los pacientes 100 pesos que pueda costar un medicamento es mucho. Nos cooperamos y la residente fue a comprarlo a la farmacia”.

El Hospital GEA González pasó de tener un gasto 27% mayor que el del año anterior, a tener un presupuesto 30% más bajo en 2025. En medicamentos, pasó de tener un gastó de 991. 4 millones en 2024 a tener 361.2 millones de presupuesto, una caída del 64%.

Médicos saliendo del Hospital GEA González
En el Hospital GEA González el personal se coopera para comprar insumos faltantes. Foto: N+

Ana también cuenta el caso de otra paciente, de la Sierra de Guerrero, que estuvo más de un mes en el hospital. “Para ella nos cooperábamos para comprarle suero y hasta agua, porque aquí en el hospital les dan poca. También nos cooperábamos para ayudar a sus familiares con sus comidas. Ya no tenían dinero y debían seguir aquí en la Ciudad con su paciente internada”. 

En el caso del GEA no solo es que no haya insumos sino que también se ha restringido la variedad. Ana cuenta que antes tenían equipos para colocarles el bloqueo a las mujeres embarazadas con obesidad, casos en los que se usa una aguja más larga. Ahora ya no cuentan con ese equipo. “Así que tenemos que poner anestesia general y sacar al bebé en friega, literal, para que no tenga repercusiones”. 

Lo que las cooperachas no cubren

Desesperación y desánimo, dice el médico oncólogo, Jaime, que se siente ante la falta de insumos y de infraestructura para atender a los pacientes con cáncer que están luchando por su vida. Él trabajó hasta mayo pasado en el Instituto Nacional de Cancerología y también le entraba a las cooperachas para comprar los medicamentos e insumos que requerían los pacientes más necesitados. 

Pero hay cosas dice que no se pueden remediar con cooperachas porque no alcanzaría a cubrirse, como la falta de disponibilidad de aceleradores lineales para hacer radioterapias. “En el Instituto hay varios, pero no falta que se les descompuso una pieza, que el aire acondicionado no funciona o cualquier inconveniente para que dejen de trabajar y eso pega en la atención a los pacientes que tienen que esperar para sus radios hasta tres o cuatro meses”. 

Personal del Incan reportan meses de retrasos en las radioterapias. Foto: N+


Este 2025, el Instituto Nacional de Cancerología tuvo un recorte de 35% del presupuesto otorgado por el gobierno federal. Y en medicamentos y materiales, la caída fue de 55%. 

Con las quimioterapias el problema es el que ya se ha reportado muchas veces en estos años, a veces no ha habido cisplatino, por ejemplo, y hay que buscar con qué sustituirlo. 

En este instituto, como en muchos, no solo es cuestión de los medicamentos y los aparatos, hay también falta de personal y cada vez mayor demanda de servicios. “Los casos de cáncer están aumentando año con año y falta personal de enfermería y químicos que preparen la quimioterapia, por ejemplo”, dice el oncólogo 

Carencias y desamparo 

En el Hospital General de México Eduardo Liceaga la situación también es compleja. Dos médicos de ese hospital refieren que la situación este año ha sido delicada. 

“El hospital está más allá de su capacidad, en cuanto a medicamentos hay algunos que solo se tuvieron cuando se abrió la farmacia de gratuidad y luego ya no volvieron a abastecerse o algunos los hay pero de manera intermitente por ejemplo insulina, dapagliflozina, empagliflozina”, dice Martha, una médica adscrita de este hospital. 

En un recorrido que hizo este medio por los hospitales para constatar la situación de los pacientes, se pudo documentar que en efecto hay carencias graves que están afectando los servicios. 

Lourdes Martínez Gómez está sentada en su silla de ruedas, afuera del Hospital General de México. Tiene cáncer cervicouterino en etapa 3. Se le ve pálida, cansada, pero sobre todo desamparada. Con el brazo apoyado en la silla de ruedas y la mano en la cabeza es la imagen de la desolación. 

A este hospital la refirieron desde otro de segundo nivel. Aquí la han traído entre estudios que tardaron dos meses y citas postergadas, para al final, este martes de inicios de diciembre, decirle que no le van a dar la radioterapia que necesita porque no tienen equipo disponible. 

Con ese argumento la enviaron a la calle, sin una referencia a otro hospital y con la misión de que ella busque por su cuenta donde atenderse. “No solo no me dieron la referencia, me dijeron que no diga que no me pudieron atender aquí, porque menos me van a atender en otro lado. Solo me sugirieron ir al Instituto de Cancerología o al Hospital de la Mujer, pero del Hospital de la Mujer me mandaron para acá y en Cancerología me dijeron que necesito que otro hospital me refiera”. 

Lulú afuera del Hospital General de México.
Lourdes Martínez afuera de Hospital General de México Eduardo Liceaga. Foto: N+

La familia Lourdes buscó asegurarla para que le dieran atención en el IMSS, donde la refirieron ya al Centro Médico Siglo XXI y este lunes 22 de diciembre iniciará su ronda de radioterapias, combinadas con quimioterapias, y la atención a otros de sus padecimientos como la desnutrición. 

El Hospital General de México pasó de tener un presupuesto ejercido en 2024 de 6.8 mil millones de pesos a uno de 5.4 mil millones de pesos, una caída, a pesos de 2026, del 21%, el mismo descenso tuvo en el presupuesto para medicinas y materiales. 

“No nos había pasado”

Juan, médico adscrito del Hospital Juárez de México, dice que “Este año se sintió muchísimo el recorte de presupuesto. Tengo ya varios años trabajando aquí en el hospital, y es la primera vez que nos quedamos sin algunos insumos básicos para quirófano como sondas de aspiración, circuitos de anestesia y algunos medicamentos necesarios para náuseas y vómito”. 

Fue más fuerte la situación porque en 2024, dice, tuvieron más insumos. “Sí se notó la subida de presupuesto (que en el Juárez fue de 14% ), Había disponibles sensores de profundidad anestésica y mucho más equipo para dar una anestesia más segura. Pero el cambio de 2024 a 2025 estuvo feo (una caída del 21%), ahí sí sentimos el recorte”. 

Los hospitales resintieron más la baja este año luego del incremento de 2024. Foto: N+

Los faltantes, por supuesto, impactan en la atención de los pacientes. “El fin de semana pasado hubo retraso de un día para pasar a un paciente a cirugía porque no había las suturas necesarias, y era una cirugía urgente por una probable perforación de intestino, afortunadamente se hizo después y el paciente salió bien, pero pudo haber sido algo grave”. 

Aquí, como en la mayoría de los hospitales, además de insumos falta personal. “En el turno de la tarde, por ejemplo, hay ocho anestesiólogos para quirófano central, sala de cateterismo y área de obstetricia y muchas veces se programan más cirugías que anestesiólogos disponibles”. 

Prestar, pedir, aguantar

Hay otra práctica que también se ha instaurado en estos hospitales, pedirse material e insumos unos a otros cuando hay faltantes. “Hubo momentos en los que no teníamos campos estériles, para hacer una cirugía, tuvimos que andar consiguiendo en otros hospitales, pidiéndoles que nos prestaran. Ahora ya hay, pero la calidad del material es super baja, entonces no se asegura la esterilidad durante los procedimientos quirúrgicos”, dice Alicia, una enfermera del Instituto Nacional de Perinatología. 

También cuenta que la calidad de los uniformes y zapatos que les dan ha bajado tanto que mejor han optado por comprarlos por su cuenta. Y sí, aquí también se han instaurado las cooperachas y la compra de insumos para tener a los pacientes lo mejor atendidos posible. 

“Hay compañeras que compran el shampoo para bañar a los bebés, porque no hay y sabemos que las familias vienen de lejos y tienen pocos recursos. También se compran los insumos para fijar los accesos vasculares de los bebés, como el hypafix, por ejemplo”. 

Apagón Deja Sin Tratamiento a Pacientes del Instituto Nacional de Cancerología

También aquí pega la falta de personal y la incertidumbre en el que buena parte labora.  “Una enfermera en un área crítica en el hospital tiene un bebé en la mañana, que es lo adecuado, pero en la tarde, el personal disminuye y cada una  puede tener uno o dos y en la noche puede tener de dos o tres, y eso es riesgo porque requieren mucha atención”.

Además, será hasta las 6 de la tarde del 31 de diciembre cuando el personal contratado por IMSS Bienestar, que tiene contratos temporales de un año, sepa si tendrá trabajo en los siguientes 12 meses. “Es una incertidumbre para los compañeros que raya en el terrorismo”, dice Alicia. 

En hospitales como el Hospital Infantil de México Federico Gómez y el Instituto Nacional de Rehabilitación, el personal de salud ha hecho protestas y difundido públicamente la falta de insumos para procedimientos como cirugías. 

Para el próximo año, el panorama no será mucho mejor, los presupuestos aprobados de los hospitales tuvieron en algunos casos una muy leve recuperación, que no alcanza a tener mejores niveles que en los últimos años, antes de 2025, y en algunos casos se sigue reduciendo. 

Los nombres de los entrevistados fueron cambiados para esta nota a petición de ellos para proteger su identidad y evitar posibles represalias. 

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