En Bruselas, Bélgica, abrieron un museo temático a uno de los alimentos más importantes del país: las papas fritas, que comparten un papel central junto a los mejillones, la cerveza y los bombones.

Eddy Van Belle, de 77 años, abrió Friet Museum, inaugurado en el corazón de Bruselas, a 50 metros del Manneken-Pis, la famosa estatua de bronce de un niño orinando dentro de un balde, en el centro histórico de la ciudad.

Con el fin de dar una experiencia interesante a los visitantes, ofrece un servicio de audioguía en 11 idiomas. Busca atraer a los 3.5 millones de turistas que visitan esta urbe al año.

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¿Cómo surgió la idea del Museo de las Papas Fritas?

Van Belle recuerda que estaba en una cena con unos amigos pensando cómo podrían usar un edificio que tenían sin ocupar. Uno de ellos le dijo que tenía que hacer algo que relacionado con las papas fritas.

Llegó a su casa y comenzó una búsqueda en Google y se dio cuenta que no había ningún museo dedicado a este alimento, ni en su país ni en Europa, por lo que vio una oportunidad de hacer algo.

El museo está compuesto por mil 646 objetos colocados en tres plantas que exploran tres ejes temáticos:

Dedicado a la historia de la papa.
La inmersión en la cultura de la papa frita.
Actividades interactivas.

En el lugar se pueden observar desde la edición original del siglo XVI del botánico Clusius hasta freidoras de época, videojuegos, cuadros, esculturas, videos, un tractor y espacios para tomarse selfies.

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Origen de la papa frita

Eddy Van Belle dice que la papa frita es original de Bélgica, a pesar del vocablo que la denomina "francesa". Asegura que los galos fueron los primeros en hacer el corte en rebanadas, pero lo belgas lo hicieron en bastones.

Según los belgas, las papas fritas nacieron cerca de Namur, por ahí de 1750. El río Mosa se congelaba en invierno y al no poder pescar, los pobladores freían las papas cortadas en forma de pequeños peces.

Otros detallan que el origen fue en las casetas del río Sena, en París, a inicios del siglo XIX, y que habrían llegado a Bélgica cerca de 1840.

Respecto a las papas a la francesa o french fries, el origen tiene que ver con la Primera Guerra Mundial, cuando soldados estadounidenses desplegados en Bélgica las descubrieron por militares belgas que hablaban francés.

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Con información de EFE

ICM