En la Ciudad de México (CDMX) suele ser un reto encontrar un lugar para estacionar tu auto, y es que a pesar de que en edificios y avenidas principales se colocan señalamientos en donde se indica que NO está permitido estacionarse, muchos conductores los pasan por alto a pesar de que tal acción no está permitida.

A continuación te diremos qué hacer si alguien se estaciona en la entrada de tu casa o edificio.

Esto es lo que debes hacer si alguien se estaciona en tu entrada

En el artículo 29 del Reglamento de Tránsito de la Ciudad de México, está señalado que la única forma que tienen los automovilistas de bloquear el acceso a una entrada es de forma rápida o momentánea. Esto quiere decir que no tiene permitido permanecer por mucho tiempo en una entrada, ya sea en propiedad pública o privada.

La multa equivalente por estacionarse en una entrada va de 10, 15 o 20 veces la Unidad de Medida y Actualización (UMA) vigente. Así que si tomamos en cuenta que la UMA actualmente está en 89 pesos, el monto a pagar podría llegar a los mil 780 pesos. Además, la autoridad de tránsito debe restar un punto de la licencia de conducir del automovilista infraccionado.

Ahora, lo que debes hacer en caso de que un automovilista se estacione en tu entrada, es solicitar de manera amable al conductor del vehículo que lo retire. Si después de la petición se niega mover el auto de tu entrada o no se encuentra en el vehículo, lo correcto es contactar a un policía de tránsito con el fin de que le impongan una infracción; así como para que te apoye en pedir una grúa y realizar un retiro forzado del auto.

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¿De cuánto es la multa por agredir a un oficial de tránsito en CDMX?

El artículo 7 del Reglamento de Tránsito de la CDMX señala que insultar, denigrar o golpear a un oficial de tránsito corresponde a multas de 20, 25 y 30 veces la unidad de Medida y Actualización vigente, que equivalen hasta 2 mil 300 pesos.

Además de la multa cercana a los 3 mil pesos, el conductor que cometió las agresiones deberá ser remitido a la autoridad correspondiente, así que más vale controlar los impulsos, especialmente en presencia de las autoridades viales.