La reciente conclusión de la COP28 ha sido un hito en la lucha global contra el cambio climático. Este evento, significativo por su contexto en los Emiratos Árabes Unidos, un país fuertemente dependiente de los ingresos petroleros, representa el fin de una era dominada por los combustibles fósiles. Para México, las implicaciones de este acuerdo son profundas y multifacéticas.

El Costo Ambiental en México: Una Realidad Ineludible

Según datos del INEGI, en 2022, los costos asociados al agotamiento y degradación ambiental en México ascendieron a 1.2 billones de pesos, un alarmante 4.1% del Producto Interno Bruto (PIB) del país. Esta cifra refleja no solo la magnitud del problema sino también la urgencia de actuar. Es más, el gasto en protección ambiental fue de 0.2 billones de pesos, apenas 0.7% del PIB, asignado a la mejora del aire y gestión de recursos hídricos, mostrando un desbalance significativo entre el impacto y la inversión en soluciones.

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El Desafío Post-COP28: Acción Concreta y Urgente

El acuerdo de la COP28 no es solo un logro diplomático, sino un llamado a la acción. Las naciones, incluido México, se enfrentan al desafío de traducir compromisos en acciones concretas para impulsar una transición hacia energías más limpias. La meta es clara: evitar un aumento de la temperatura global superior a 1.5 grados con respecto a la era preindustrial. Este objetivo requiere no solo cambios políticos y económicos sino también un compromiso colectivo y urgente.

Conclusión: Un Futuro Más Verde en el Horizonte

El acuerdo de la COP28 es un paso crucial en la dirección correcta, pero el verdadero éxito dependerá de cómo países como México implementen y aceleren soluciones sostenibles. La lucha contra el cambio climático es una que no admite demoras, y ahora, más que nunca, es el momento de pasar de la retórica a la acción real y efectiva.

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Con información de Paola Becerra Orozco, N+