¿Qué define la consciencia? ¿Por qué un delfín puede tener cierto grado de consciencia, pero una roca no? Esta idea ha perseguido a los filósofos por siglos.

En un momento en el que varios expertos pronostican que la inteligencia artificial podría desarrollar consciencia, definirla parece más urgente que nunca. Así ha nacido un nuevo estudio que explica, entre otras cosas, por qué sería imposible que existan los zombis.

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¿Por qué los zombis no pueden existir?

En los últimos días un artículo ha llamado la atención de varios especialistas en neurociencias. Se llama Why Is Anything Conscious? (¿Por qué algo es consciente?, en español) y está firmado por Michael Bennet (de la Universidad Nacional de Australia), Sean Welsh (neurocientífico del University College de Londres) y Anna Ciaunica (filósofa de la Universidad de Lisboa).

Los investigadores han retomado un concepto crucial de la investigación sobre la inteligencia y la consciencia: a su decir, para que algo sea consciente, necesita un cuerpo que pueda interactuar con el ambiente. Si bien esta afirmación no es novedosa, su justificación sí lo sería. Para los investigadores, el motivo es: solo con un cuerpo que interactúe un ser puede hacer inferencias casuales sobre el ambiente.

Fotograma de El amanecer de los muertos vivientes. Foto: AFP | Archivo

Es decir: la consciencia solo se puede adquirir con habilidades como la memoria y la toma de decisiones. Esto sería la explicación directa de por qué no puede existir los zombis, pues a estos les faltarían habilidades que serían indispensables para operar su cuerpo. Al respecto, el artículo señala que el comportamiento de un zombi no se puede alcanzar sin consciencia:

La conciencia fenoménica sin la conciencia de acceso es probablemente muy común, pero lo inverso es improbable. Para decirlo de manera provocativa: a la naturaleza no le gustan los zombis.

Cabe señalar que estudios anteriores, desde la biología, han señalado que la memoria, parte esencial de la auto-consciencia, nació como una ventaja evolutiva.

En marzo del 2023, un artículo publicado en las Memorias de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos (PNAS, por sus siglas en inglés) explicó cómo las anémonas de mar forman memorias y recuerdan estímulos pese a no tener cerebro. Esto indicaría que la capacidad de formar recuerdos nació antes de que los animales desarrollaran cerebros.

¿Las inteligencias artificiales tendrán consciencia?

Este artículo no solo explicaría por qué los zombis no podrían existir, sino que también abona en la discusión sobre si una inteligencia artificial podría adquirir consciencia. La respuesta en el caso de las máquinas sintientes, no sería tan distinta a la de los “muertos vivientes”.

Los autores dividen la consciencia en tres niveles distintos:

La consciencia de primer orden, donde se ubicaría una mosca, donde solo se percibe nuestra acción en el ambiente.
La consciencia de segundo orden, como la que tendría un cuervo o un pulpo, donde se puede anticipar reacciones.
La consciencia de tercer orden, donde se ubican los humanos y que toma en cuenta las reacciones de otros, pero también las propias, lo que se considera una auto-consciencia.

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Como se puede ver, para acceder a este tercer nivel de la consciencia es necesario interactuar con el ambiente. Por ello, sería fácil suponer que una inteligencia artificial no podría adquirir consciencia estando confinada en una computadora, pero en cambio sí lo podía hacer si fuese trasladada a un robot capaz de experimentar el mundo.

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