De Tía a Madre Sustituta por un Homicidio en el Estado de México

La fotógrafa Greta Rico ha documentado las dificultades que enfrenta una mujer que no buscaba ser madre a la hora de criar a una infancia que quedó en orfandad

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Roberto Hernández | N+

Madre sustituta por un homicidio en el Edomex

Madre Sustituta retrata la vida de Siomara a cargo de Nicole. Foto: Greta Rico

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A Fernanda la asesinaron en el 2017, su cuerpo tenía señales de violencia y lo dejaron en la vía pública, pese a eso no fue clasificado como feminicidio, incluso, el Ministerio Público amedrentó a la familia para que no siguiera con la investigación. El culpable no ha sido detenido y Nicole, la hija de tres años de edad de Fernanda, quedó al cuidado de Siomara, su tía.

“En su acta de defunción dice homicidio, a pesar de que fue una muerte violenta y su cuerpo se encontró en la calle”, describe Greta Rico, fotógrafa documental, periodista, educadora feminista y prima de Fernanda y Siomara.

Fernanda tenía 24 años cuando la mataron y Siomara, quien no tenía entre sus planes convertirse en mamá, 27. Ese caso dio pie al proyecto Madre Sustituta, un ensayo fotográfico con el cual Greta Rico busca generar conciencia de todo lo que implica maternar desde una trinchera que el Estado y el mismo sistema, incluso laboral, han relegado. 

En muchas ocasiones, el no tener la custodia de las infancias les impide (a las madres sustitutas) acceder a los apoyos sociales para las infancias huérfanas

Greta describe que dentro del proyecto Madre Sustituta se ha entrevistado con otras mujeres en situaciones similares a las de Siomara y todas coinciden en que lograr la custodia legal de las infancias les ha tomado entre tres y cinco años a pesar de que llevan el acta de defunción de la madre para buscar agilizar el trámite.

Por otra parte, señala que las infancias huérfanas por feminicidios requieren de atenciones especiales, particularmente psicológicas, por lo que las personas tutoras llegan a ausentarse constantemente de sus centros de trabajo, lo cual se traduce en despidos y, con ello, en una precarización del ingreso económico.

De acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), en el año que asesinaron a Fernanda se registraron otros 300 casos de homicidio doloso de mujeres en el Estado de México, por lo cual fue el primer lugar con 11.6% de los casos a nivel nacional. En cuanto a feminicidios, registró 57 de los 671 que hubo en el país, ahí ocupó la cuarta posición.

Para 2022 la situación no fue muy distinta. La entidad mexiquense ocupó el primer lugar en feminicidios, con 130, y el tercer sitio en homicidio doloso de mujeres, con 269.

La realidad y lo que nos ha dejado ver Madre Sustituta es que al Estado mexicano no le importa que maten a las mujeres en este país y menos le importa que las niñas y los niños se queden huérfanos. Cuando matan a una mujer en este país a los ministerios públicos no les importa si era mamá

¿Cómo inició Madre Sustituta?

Greta Rico describe que empezó a hacer fotos para Madre Sustituta el día del funeral de Fernanda. 

En ese momento no tenía claro para qué quería las fotos; llevarme la cámara solo fue un reflejo

Después del funeral y viendo cómo continuaba el drama familiar, fue que su prima Siomara, la hermana de Fernanda, le comentó que se iba a quedar a cargo de la menor para criarla y cuidarla.

“Le propuse que siguiéramos haciendo fotos porque es un tema que creo muy fuerte, inicialmente porque mi prima nunca quiso ser mamá”.

A pesar de que algunas mujeres se han visto empujadas a decidir quedarse con las infancias huérfanas, Greta subraya el hecho de que ser honestas al decir que no querían maternar no significa que no se mueren de amor por sus nietos o sobrinos.

Cuando suceden esas cosas la familia se medio organiza y, literal, las infancias terminan en manos de la caridad: si la abuelita o la tía se apiadaron. Son muchas las dificultades que enfrentan estas mujeres para criar a estas infancias en medio de un abandono estatal completo, ¿por qué el Estado no hace absolutamente nada, si sabe que están matando a 10 mujeres al día?

La fotógrafa describe que las madres sustitutas llegan a caer en un vacío legal que las tiene desprotegidas, pues no hay un protocolo claro por parte de las autoridades ni programas de apoyo o una figura legal que las ampare y eso las orilla a hacer lo que pueden con lo que tienen.

Hay casos en los que los menores no acuden a terapia por falta de dinero y, en otros casos, el Estado solo otorga tratamientos de cinco o seis sesiones

 

Fotografía parte del proyecto Madre Sustituta. Foto: Greta Rico

‘Desromantizar’ la maternidad

De acuerdo con Greta Rico, la organización civil Huérfanos por Feminicidio detalla que 98% de las personas cuidadoras de estas infancias son mujeres.

La realidad es que quienes sostienen estos estragos de la violencia feminicida en México son mujeres, también por cuestiones socioculturales que hacen creer que las mujeres son mejores para cuidar y criar a las infancias, aunado a que los hombres no asumen esta responsabilidad. En ningún momento, ningún hombre quiso hacerse cargo de Nicole

Además, llama a “desromantizar a las maternidades” y respetar cuando una mujer señale que no tenía planeado ser mamá de la noche a la mañana o regresar a maternar, en el caso de las abuelas. 

Actualmente, cuando se habla de infancias huérfanas por feminicidio se romantiza mucho, en especial el papel de las mujeres que se quedan a cargo: las abuelitas son tan buenas y amorosas, pero la realidad es que muchas veces no queda de otra, no tienden a ser maternidades decididas

Asimismo, manifiesta que en algunos casos la decisión de arropar a la infancia fue para evitar que se fuera a un albergue, aunque ello no significa que no haya un cariño y un cuidado.

Por otra parte, describe que muchas de las mujeres que están maternando tuvieron que detener su duelo y dolor porque las infancias les necesitan. 

La respuesta generalizada (de las mujeres) es que no se permiten llorar porque no quieren que las vean, lo cual es súper complejo

Madre Sustituta es una historia que no se ha terminado de contar. “Su objetivo es denunciar que vivimos en un país en el que al Estado no le importa que maten a las mujeres y permite que los índices de feminicidio se incrementan año con año y, además, que no le importa en qué condiciones crecen sus niñas y niños, lo cual se traduce en que no le importa nada”.

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