Protección Civil de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) informó que logró la suspensión de una cafetería tras la denuncia de una integrante de la comunidad que presentó malestares tras consumir una bebida en el establecimiento.

A través de un boletín, se precisó que en la denuncia hecha en redes sociales, la mujer refirió haber comprado un frapé en la cafetería denominada La Cova, en inmediaciones de Ciudad Universitaria, mismo que le provocó malestares de salud.

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Al respecto, la Dirección General de Análisis, Protección y Seguridad Universitaria tomó conocimiento del hecho y realizó diversas gestiones ante las autoridades correspondientes.

E informó que se logró la suspensión de actividades del comercio a través de la Agencia de Protección Sanitaria del Gobierno de la Ciudad de México.

Además, detalló que se ejercerán las acciones legales correspondientes por estos hechos.

⚠️ La #DGAPSU informa a la Comunidad Universitaria. 👇🏼 pic.twitter.com/SzefBpeE8x
— Protección Civil UNAM (@PCUNAM) June 5, 2024

¿Qué pasó con la alumna?

La joven denunció en redes sociales que el viernes acudió a dicha cafetería donde regularmente compraba esa bebida, pero en esta ocasión el encargado se la vendió a un precio menor. Refirió que incluso la invitaba a tomarse la bebida en el establecimiento, al tiempo que le preguntaba por sus horarios, pero ella se retiró.

Narra que al irse en el Puma (transporte universitario), se sintió mareada y al llegar a la Facultad de Psicología perdió la fuerza de sus manos y todo le daba vuelta. Contó que se le cayó el frapé, pero pensó que era un ataque de pánico.

Sin embargo, aseguró que durante la clase se sintió peor e incluso no podía respirar y al irse de nuevo en el transporte universitario, se asustó pues al pasar por Copilco, el sujeto que le vendió la bebida la estaba esperando afuera.

Derivado de ello, decidió seguir hasta el Metro Universidad donde cuenta que se desmayó por lo menos durante 10 estaciones y al volver en sí, no pudo levantarse pues no tenía fuerza en las piernas, por lo que su familia fue por ella para llevarla a una clínica, donde resultó que le habían puesto ketamina de uso veterinario en el frapé.

Días después de esta publicación y tras las acciones de la UNAM, que llevaron a la suspensión de actividades, la joven agradeció a las personas que siguieron el caso, pues con ello la Universidad tomó acciones y la Agencia de Protección Sanitaria del Gobierno de la Ciudad de México realizó la suspensión.

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Con información de UNAM

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