El SoFi Stadium de Los Ángeles fue testigo de un histórico resultado para el fútbol panameño. En este partido de la semifinal de la Liga de Naciones Concacaf, Panamá logró una victoria por la mínima diferencia ante Estados Unidos, asegurando su pase a la gran final del torneo regional.

En juego estaba no solo el prestigio continental, sino también la oportunidad de consagrarse como la mejor selección de Norteamérica, Centroamérica y el Caribe en esta edición 2025 del certamen.

Ambas selecciones llegaron a esta instancia tras empatar sin goles en el partido de ida. Estados Unidos, como actual campeón defensor del torneo, buscaba revalidar su corona y mantener su hegemonía en la zona, mientras que Panamá intentaba dar la sorpresa y alcanzar una histórica final que reafirmaría su crecimiento futbolístico en los últimos años.

Los norteamericanos desplegaron un monólogo de posesión impresionante en su condición de locales. El balón circuló incansablemente entre líneas estadounidenses, tejiendo una red de 644 pases que asfixiaba sistemáticamente a la disciplinada defensa canalera.

La precisión alcanzó un sobresaliente 89%, pero el fútbol, ese deporte impredecible, no siempre premia el dominio territorial.

El conjunto dirigido por el seleccionador estadounidense se lanzó al ataque con determinación. Las estadísticas confirmaron su ambición: 12 remates totales, 5 dirigidos entre los tres palos y 9 saques de esquina que sembraron el pánico en el área panameña. La frustración se apoderó de los locales cuando una celebración fue anulada tras la intervención arbitral, dejándoles con la miel en los labios. También el poste se alió con los visitantes para mantener su arco en cero.

Los panameños ejecutaron su plan con precisión quirúrgica. Cerraron espacios, sacrificaron posesión (apenas 33%) y apostaron por una resistencia numantina que frustró sistemáticamente las incursiones rivales. Sus 321 pases, distribuidos con un eficiente 81% de efectividad, fueron suficientes para mantener el equilibrio táctico durante gran parte del encuentro.

El choque físico marcó el ritmo del partido. Estados Unidos acumuló 11 faltas en su afán ofensivo, mientras Panamá respondió con 5 infracciones. El árbitro mostró dos tarjetas amarillas al conjunto local y una a los panameños, en un encuentro donde la tensión de la semifinal flotaba en el ambiente pero sin traspasar los límites reglamentarios.

Cuando el reloj marcaba el minuto 90+4, llegó el momento decisivo. Cecilio Waterman se convirtió en el héroe inesperado para Panamá al anotar el único gol del partido, desatando la euforia en el banquillo visitante y el silencio sepulcral entre la afición local. Un golpe letal en el tiempo añadido que dejó sin capacidad de reacción a los estadounidenses.

Con el 67% de posesión, los estadounidenses controlaron claramente el tempo del juego, pero la efectividad defensiva panameña neutralizó sus embates hasta que llegó el contragolpe letal. Las estadísticas reflejaron la superioridad local en casi todos los apartados: mayor número de remates, tiros de esquina y precisión en los pases. Sin embargo, el fútbol se decide en las áreas, y ahí Panamá fue implacablemente efectivo.

El marcador final fue de Estados Unidos 0-1 Panamá, con lo que los canaleros sellan su pase a la final de la Liga de Naciones Concacaf 2025 con un global de 1-0.

Esta histórica clasificación para Panamá representa uno de los mayores logros de su fútbol, mientras que Estados Unidos sufre un duro golpe al no poder defender su título.

Los panameños se enfrentarán ahora al ganador de la otra semifinal, Canadá o México, para disputar el título de campeón de la zona Concacaf.

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