Un sacerdote célebre por sus posiciones anti-LGBT ha sido acusado de asistir a fiestas gay y de mantener relaciones románticas con hombres. Los señalamientos han llegado hasta nunciatura apostólica de Hungría.

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Gergő Bese es párroco en Dunavecse, un pueblo ubicado 50 kilómetros al sur de Budapest. Bese no solo es una figura muy presente en su comunidad; a través de sus redes sociales compartía sobre su participación en diversos congresos católicos alrededor del mundo.

Paralelamente, era una figura presente en los medios de comunicación húngaros. No pocas veces se le invitó a la televisión a hablar de diversos temas, entre los que sobresalía su oposición a la comunidad LGBT.

No obstante, la percepción pública sobre la prominente figura del movimiento anti-LGBT en Hungría ha cambiado de forma radical en pocos días. Gergő Bese es acusado de haber acudido a múltiples fiestas gay y de haber mantenido relaciones sentimentales con hombres, pese a su posición contraria a los derechos de las personas LGBT.

Gergő Bese, acusado de ir a fiestas gay pese a sus posiciones anti-LGBT. Foto: Facebook | @gergopeter.bese

Las acusaciones son hechas por la propia arquidiócesis de Kalocsa-Kecskemét, así como por la nunciatura apostólica en Hungría. El pasado 6 de agosto, el sacerdote fue formalmente suspendido.

Según el medio húngaro Valasz Online, habría vídeos, conversaciones y mensajes telefónicos que comprueban que Gergő Bese asistía a reuniones de la comunidad gay, mientras que públicamente se oponía a los derechos de este grupo vulnerable.

Hungría, el país más hostil hacia la comunidad LGBT de la Unión Europea

El ascenso de Gergő Bese en los medios y la política de Hungría no ocurre en el vacío. Este país de Europa central se ha convertido bajo el gobierno de Viktor Orbán en uno de los países más hostiles a la comunidad LGBT dentro de la Unión Europea.

Desde 2021, Hungría aprobó una ley que prohibe “cualquier contenido que represente o promueva la reasignación de sexo o la homosexualidad”. Condenada por organizaciones como Amnistía Internacional y comparada con otras legislaciones represivas como las que hay en Rusia, esta ley ha sido catalogada como un severo retroceso para los derechos de la comunidad LGBT de este país.

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