Los Secretos del Exconvento de San Andrés Calpan en Puebla, Construido Encima de una Pirámide

Este inmueble religioso del siglo XVI ubicado en el municipio San Andrés Calpan, guarda parte de la historia de la evangelización en Puebla

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El inmueble religioso del siglo XVI ubicado en San Andrés Calpan guarda innumerables historias de la evangelización en Puebla.

El inmueble religioso del siglo XVI ubicado en San Andrés Calpan guarda innumerables historias de la evangelización en Puebla.

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A 30 kilómetros de la capital poblana se encuentra el municipio de San Andrés Calpan, reconocido porque en esta región se cultivan todos los ingredientes para la elaboración del Chile en Nogada.

Los pobladores aseguran que fue en el huerto del exconvento donde los franciscanos sembraron los primeros árboles que a la postre darían las primeras producciones de nuez de castilla.

Este inmueble religioso del Siglo XVI guarda innumerables secretos donde está plasmada parte de la historia de la evangelización. Así lo explica el cronista Delfino Álvarez Blanca.

Hay algunas hipótesis que se empezó en 1535 y fue por las capillas posas, que son el atrio y posteriormente en 1548 se hizo la nave del convento y claustro donde están los seminaristas.

Cada capilla del exconvento de San Andrés Calpan tiene dedicatoria

Las capillas posas se edificaron para evangelizar a los indígenas y se encuentran en cada esquina del atrio, en ellas hay pasajes bíblicos y representan el inframundo, el plano terrenal y el cielo.

La primera capilla está dedicada a San Juan, la segunda dedicada a San Miguel Arcángel, la tercera capilla a San Francisco de Asís, la cuarta a la Virgen María. De acuerdo a cronistas e historiadores de la región, el exconvento se construyó encima de las pirámides.

Aunque los españoles impusieron su religión, quienes construyeron este inmueble dejaron símbolos ocultos que actualmente se están descubriendo.

Si se camina por los pasillos del convento y se mira detenidamente cada una de las imágenes que existen, es posible identificar cómo los indígenas también dejaron plasmadas sus creencias por encima de las imágenes religiosas.

Este exconvento es ya un atractivo turístico importante, pues en 1994 la Unesco lo declaró Patrimonio Cultural de la Humanidad.

Y ahora, además de lo histórico, representa para los pobladores de San Andrés Calpan la cuna de la nuez de castilla.

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Con información de Cristóbal Lobato

JAPR